Como pueblo de la Palabra, comprendemos el poder del lenguaje. Jesucristo es la Palabra viva (Juan 1:1), y desde el principio de los tiempos, la Palabra de Dios ha definido y ordenado su creación. Del mismo modo, son las palabras las que definen y ordenan nuestros pensamientos. Si te interesa una lectura edificante y atractiva, no dejes de aprovechar estos valiosos recursos. Oramos que el Señor lo use para bendecir tu vida espiritual.
Pecados respetables
por Jerry Bridges • ¿Será que los cristianos estamos tan preocupados por los pecados escandalosos de nuestra sociedad que hemos perdido de vista la necesidad de...
El mandato masculino
por Richard D. Philips • En este libro, Richard D. Phillips aclara la confusión cultural, resalta el mandato de Dios para los hombres...