Cada noviembre, en Grace Church, dedicamos tiempo a conmemorar el Mes de la concienciación sobre la adopción. Es más que un evento del calendario; es un claro recordatorio de una de las mayores realidades de la vida cristiana: la adopción espiritual.
 
Antes de conocer a Cristo, estábamos perdidos, atados por el pecado, separados de Dios y sin esperanza. Pero en su misericordia, Dios no nos dejó allí. Envió a su Hijo, Jesús, para redimirnos, «a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.» (Gálatas 4:5). A través de Cristo, hemos sido rescatados del reino de las tinieblas y acogidos en el reino de Dios, e incluso en su propia familia (Colosenses 1:13). Ahora somos sus hijos, herederos de una gloriosa herencia y coherederos con Cristo (Romanos 8:17-18). Esta verdad afianza nuestra esperanza, sin importar las dificultades que enfrentemos en esta vida.
 
La adopción, entonces, no es solo un hermoso acto terrenal, sino una imagen del evangelio.
 
Pero este mes también es una oportunidad para mirar hacia afuera. En todo el mundo, y aquí mismo, en nuestra propia ciudad, miles de niños necesitan hogares llenos de amor. Si bien algunos han perdido a sus padres por una tragedia, muchos han quedado huérfanos por negligencia, abandono o abuso. Estos niños no son solo estadísticas; son personas creadas a imagen de Dios, que anhelan estabilidad, cuidado y amor. Sin embargo, su mayor necesidad, aunque no lo reconozcan, es escuchar el evangelio y creer en Él, para que puedan ser adoptados en la familia de Dios.
 
Como creyentes que hemos experimentado la gracia de ser adoptados por nuestro Padre Celestial, estamos llamados a extender esa gracia de manera tangible. Para algunos, eso puede significar abrir su hogar a un niño mediante la adopción o el acogimiento familiar. ¿Podría Dios estar guiándote a acoger a un niño como si fuera tuyo, tal como Él te ha acogido a ti?
 
Otros quizá no estén en condiciones de adoptar, pero su papel no es menos importante. Pueden apoyar a las familias adoptivas y de acogida (Foster) con oraciones, ánimos, ayuda práctica o asistencia económica. Estas son excelentes maneras de ayudar a sus hermanos y hermanas en Cristo a servir a estos preciosos niños.
 
Ya sea mediante la adopción, el acogimiento o el apoyo a quienes lo hacen, puedes demostrar el amor de Dios a los más vulnerables. En un mundo que a menudo pasa por alto o desecha a los niños, nosotros, como hijos e hijas adoptivos de Dios, tenemos la oportunidad de reflejar ese mismo amor a través de la adopción.

Participa: Hands for Hope

Como parte de nuestro ministerio de alcance local, Hands for Hope existe para apoyar a quienes se adentran en la adopción o el acogimiento familiar (foster care). Tanto si acaba de empezar a explorar la idea como si ya está dando pasos adelante, las familias de H4H están aquí para acompañarle y ofrecerle apoyo en el camino.

Para más información, comunícate con Hands for Hope al 818-909-5721 o envíe un correo electrónico a handsforhope@gracechurch.org.